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El General de Brigada y Director del Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE), Miguel Ángel Ballesteros abordó “La amenaza del terrorismo yihadista” en el Club de Encuentro Manuel Broseta.  Tras unas palabras de agradecimiento por parte de la presidenta del Club, Amparo Maties, fue el turno de Joaquín Martín Cubas, miembro de la Junta Directiva que se encargó de introducir el tema y presentar al invitado, “uno de los mayores expertos a nivel nacional e internacional en materia de seguridad y defensa nacional”.

El General Ballesteros agradeció al Club de Encuentro la invitación, recordó los años que vivió en Paterna y se mostró orgulloso de haber estudiado en la Universidad de Valencia. Comenzó su intervención preguntándose qué es el terrorismo y si este ha existido siempre o es algo nuevo. “El yihadismo como motor de grupos terroristas es nuevo”, afirmó el militar antes de relatar detalladamente los orígenes del yihadismo, primero con las tesis de un teórico egipcio militante de Hermanos Musulmanes que se da cuenta cuando se marcha a estudiar a Estados Unidos que si el individualismo y secularismo propios de Occidente se adentra en el islamismo, este corre el riesgo de desaparecer. Este teórico aboga por que Occidente no tenga contacto con los pueblos musulmanes y por acabar con los gobiernos apóstatas que ya se habían contaminado. Es desde este punto desde donde la corriente de la opinión yihadista empieza a a circular.

A continuación, el General Ballesteros hizo un repaso por los principales acontecimientos que han marcado la radicalización de este movimiento, deteniéndose en la guerra de Afganistán y la figura de Osama Bin Laden, el paso de un terrorismo local a otro transnacional y  la creación de Al Qaeda. “Las características de este grupo son que pueden cometer atetados en cualquier parte del mundo  y tienen la capacidad de reclutar gente en cualquier parte del mundo. Eso llevó al atentado de las torres gemelas y el Pentágono”, explicó. “En el mundo occidental se sabía de este grupo terrorista, pero no se era consciente de que se pudieran causar 3000 muertos y 30.000 afectados. Ese día el mundo cambió. Cambió todo”, afirmó.  El conferenciante siguió desgranando las claves del yihadismo: el surgimiento de la figura del lobo solitario, la guerra de Irak, las diferentes facciones dentro del Islam, la toma de Mosul y el nacimiento del DAESH o Estado Islámico.

“El DAESH o EI es la principal amenaza desde la II Guerra Mundial”, apuntó Ballesteros. “Estamos mucho mejor preparados que el 11S. Entonces no se había hecho nada, nadie lo imaginaba. Hoy sí que es imaginable y se han tomado múltiples medidas. El mundo occidental ha cambiado su estrategia. Antes no existían estrategias globales”, señaló.

“El mundo occidental está más preparado que nunca. No puedo darles la noticia de que no va a haber más atentados. Los atetados van a crear terror, ese es el objetivo, que los ciudadanos se horroricen y les digan a sus gobernantes que cedan, pero esa no es la solución”, explicó el Director del IEEE. El General habló de las consecuencias de la guerra del Estado Islámico, especialmente de los cuatro millones de refugiados sirios y 7 millones de desplazados que han tenido que marcharse porque según EI no eran buenos sunitas o eran alauitas,, o la destrucción de ciudades como Palmira o Mosul con el objetivo de vender las piezas arqueológicas en el mercado negro.

Por último, antes de dar paso a las preguntas del público, el General Ballesteros señaló las lecciones aprendidas de esta amenaza. “Se está intentado derrotar militarmente en Irak y Siria a EI. Lo estamos consiguiendo”, dijo, además de resaltar la importancia del “fortalecimiento de los países  islámicos para que ejerzas su soberanía. Aquí hemos llegado tarde. No supimos ver lo importante que era el grupúsculo del EI”, apuntó.

“Ahora se están haciendo las cosas bien. Fortalezcamos a sus gobiernos, respetando su forma de vivir. Nosotros tenemos que seguir protegiéndonos sin renunciar a nuestros valores. Los ciudadanos no podemos horrorizarnos, debemos ser resilientes, no caer en el peligro de darles lo que piden”, concluyó.